El croata Luka Modric dijo que seguirá jugando mientras siga sintiéndose bien

Madrid / España.- El croata Luka Modric, que a poco de cumplir 37 años asegura que seguirá jugando mientras siga sintiéndose tan bien como lo está en la actualidad, no descarta que el francés Kylian Mbappé llegue a jugar en el Real Madrid en el futuro, por imposible que parezca de momento.

Además, en una extensa entrevista con el diario croata Sportske novosti, el centrocampista alabó el trato "único" que tiene el entrenador del Real Madrid, Carlo Acelotti, con los jugadores.

Con 19 años de carrera futbolística profesional, y diez en el Real Madrid, Modric, que en septiembre próximo cumplirá 37 años, destaca que para su club, 2022 comenzó bien desde el inicio.

Ancelotti, tan bien intencionado

Tras unos años "brillantes" con Zinedine Zidane como entrenador, Ancelotti "ha traído una nueva calma, estabilidad, y creado un ambiente de confianza mutua y de fe en sus fuerzas".

"Su enfoque es tan positivo y humilde, tan correcto y bienintencionado, que no hay forma de que algún jugador abuse de esa postura suya", afirma.

"Tiene autoridad de conocimientos, y con la comunicación con los jugadores simplemente saca el máximo de todos", añade.

En su opinión, en un gran club, donde "los vestuarios están llenos e grandes jugadores con egos destacados (...), es un arte establecer una buena relación y comunicación con cada jugador para crear un equipo compacto".

Química de éxitos

El tercer título de La Liga, la quinta Liga de Campeones, la cuarta Supercopa española, encabezó a la selección croata hasta la clasificación para el Mundial de Qatar 2022, son algunos de los logros de Modric.

En la entrevista se muestra satisfecho con su situación actual y asegura que de momento no tiene intenciones de poner fin a su carrera.

"Mientras me sienta tan bien y los entrenadores me quieran en el equipo, sigo adelante", declara.

"Sinceramente, llegué al Real para ganar trofeos, porque es lo que cuenta, es por lo que la gente te recuerda", indica.

Pero, agrega: "Ni en mis sueños más locos esperaba que diez años después tendría 20 trofeos con el Real, prácticamente dos por temporada".

Por otro lado, Modric dice lamentar la partida de Sergio Ramos, que se fue el pasado verano al PSG y es su gran amigo y uno de los pilares de equipo, aunque está seguro de que el Real Madrid puede prescindir de cualquiera e igualmente continuará en "sus sendas de trofeos".

"El día de mañana, cuando los de mayor edad nos vayamos, seguirán ahí los jóvenes. Todos pasamos, sólo el Real es eterno" y tiene una "química" especial, afirma.

"Eso es así definitivamente, y en mi opinión es una de las razones más importantes por la que hemos logrado los grandes éxitos, para muchos inesperados", añade.

No crucificaremos a Mbappé

En cuanto a la decepción causada por el rechazo de Mbappé a jugar en el Real Madrid, Modric desestima que tenga un gran impacto en el equipo, y no descarta que el pase al equipo español se produzca en un futuro.

"Él ahora vive con esa decisión", de quedarse en el PSG no ir a Madrid, como todos esperaban", dice, y asegura: "No lo crucificaremos por eso".

"No hay jugador que sea más importante que el club. El Real es el más grande, por encima de cada jugador, y siempre será así", apunta.

"Por más que parezca que ahora están rotas las relaciones", nadie sabe qué puede pasar "en tres o cuatro años en el fútbol. El tiempo lo mostrará", aventura.

Por otro lado, Modric cuenta que tras el fracaso ante el PSG en el Parque de los Príncipes, no perdió la confianza y le dijo a Carvajal en el banquillo cuando los dos fueron sustituidos: "Carva, ya verás, los aplastamos en el Bernabéu. ¡Ya verás!".

"Cuando estamos con confianza, enfocados, llenos de energía y respiramos como uno, no hay equipo en el mundo al que no podemos derrotar", y la victoria en el partido de vuelta "barrió todo el escepticismo" del público, señala.

Preguntado sobre si intercambió la camiseta con Mbappé después del partido, como barajaba la prensa, aclaró que sí se le pidió pero no para él, sino para dársela al hijo del futbolista croata Domagoj Vida "que adora a Mbappé". 

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