Responsabilidad Social

Ocho Sur entrega local de iglesia adventista al Caserío de Bajo Rayal

La empresa palmicultora cumplió con el deseo y sueño de la población ubicada en el distrito de Nueva Requena

Nueva Requena.- Ocho Sur, grupo empresarial dedicado a la producción sostenible de productos y derivados de la palma aceitera en Ucayali, entregó al caserío de Bajo Rayal el nuevo local de su Iglesia Adventista del Séptimo Día, en el marco de su política de relacionamiento comunitario.

De esta forma, la empresa palmicultora cumplió con el deseo y sueño de la población ubicada en el distrito de Nueva Requena, de contar con su nuevo templo construido de material noble en un área de 153 metros cuadrados, además de dos aulas debajo del local, al servicio de la feligresía.

La ceremonia de entrega fue presidia por el pastor Pablo Ojeda, quien expresó su agradecimiento al grupo empresarial y recordó que, con las oraciones, la Fe y la bendición de Dios, “lo que en un principio fue solo un sueño hoy ese sueño se pudo lograr y ser una realidad para Bajo Rayal. Gracias Ocho Sur”.

En igual forma se refirió Roldán Upiachihua, agente municipal del caserío quien, en medio de los cánticos religiosos y la alegría de la población, resaltó que la bendición de Dios había caído en Bajo Rayal al haberse logrado la construcción, a través de Ocho Sur, de la nueva Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Por su parte, Alfonso Morante, directivo de Ocho Sur, hizo llegar el saludo a los pobladores de parte de la empresa, sus accionistas, el gerente general y de los trabajadores, quienes dijo que se sienten alegres y felices de entregar el nuevo templo a Bajo Rayal, que era el fruto de la Fe de la población puesta en Dios.

El alto directivo agregó que esta obra es una muestra de lo que se puede hacer trabajando mano a mano, unidos tanto el pueblo y sus autoridades en conjunto con la empresa privada, en beneficio de la población.

“La Fe mueve montañas y este es un ejemplo de lo que la Fe en Dios puede lograr en nuestros corazones. Amigas y amigos, el templo es ahora una realidad y queda con ustedes”, precisó finalmente Alfonso Morante, en medio de la algarabía de la comunidad.