Con una inversión que supera los S/250 000 000

Solo faltan diez kilómetros para culminar asfaltado de la carretera Neshuya - Curimaná

Megaobra registra un 90 % de avance.

Curimaná.- El asfaltado de la carretera Neshuya-Curimaná es uno de los megaproyectos más importantes que viene ejecutando el Gobierno Regional de Ucayali en la provincia de Padre Abad, cuya inversión supera los S/250 000 000. Los principales beneficiaros serán los productores de palma, cacao, arroz, al igual que los ganaderos, piscicultores y otros emprendedores, quienes tendrán garantizada la transitabilidad vehicular para sacar sus productos al mercado local, regional y nacional.

La ejecución de la obra se inició en el 2019. Sin embargo, debido a la pandemia del coronavirus, los factores climatológicos y administrativos sufrieron retrasos y paralizaciones en su ejecución. Durante la actual gestión, que lidera el gobernador Manuel Gambini, se logró destrabar y retomar los trabajos pendientes.

Actualmente, el proyecto registra un avance de ejecución de alrededor del 90 %. De los 34 kilómetros de longitud que tiene la ruta, solo faltan diez kilómetros para la culminación del asfaltado, de acuerdo al inspector de la obra, Julio Tarazona.

Tarazona agregó que el reto que tiene el Gobierno regional y la empresa ejecutora consiste en culminar los trabajos antes de que culmine el año. Y por ello es que se sigue intensificando los trabajos en diferentes tramos de la vía Neshuya-Curimaná.

Inicialmente el asfaltado comenzó desde la quebrada Gran Putilla, en Neshuya, y avanzó hasta el kilómetro 21, camino a Curimaná. Pero en la actualidad se ejecuta en sentido contrario, de Curimaná hacia Neshuya, donde se observan varios kilómetros asfaltados.

Los ingenieros, técnicos y obreros han focalizado su trabajo en los diez kilómetros restantes, mejorando el suelo para proceder con la colocación del último material, que es el asfalto.

Las grandes obras, como se sabe, demandan tiempo para su culminación. Y la carretera Neshuya-Curimaná no es la excepción. Una vez culminada, la megaobra no solo acortará la distancia entre los pueblos localizados en las inmediaciones de la zona, sino también dinamizará la economía de decenas de hombres y mujeres, cambiando y mejorando su condición de vida.

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