Pucallpa.- El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha emitido una serie de recomendaciones ante la inminente llegada del décimo segundo friaje del año en la selva, previsto para los días 26 y 27 de agosto, según el pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Este evento climatológico afectará las regiones selváticas de Cusco, Huánuco, Junín, Madre de Dios, Pasco, Puno y Ucayali.
El aviso meteorológico N.º 229 del Senamhi, clasificado en nivel amarillo, advierte sobre un descenso moderado de las temperaturas nocturnas en la selva.
Para el lunes 26 de agosto, se esperan temperaturas mínimas de alrededor de 18 °C en la selva centro y valores cercanos a 14 °C en la selva sur.
Estas bajas temperaturas estarán acompañadas de una marcada sensación de frío, lo que podría representar un riesgo para la salud de la población más vulnerable.
En respuesta a este pronóstico, el Indeci ha instado tanto a las autoridades locales como a la población a tomar medidas de preparación.
Entre las recomendaciones más importantes, se subraya la necesidad de abrigarse adecuadamente, utilizando ropa gruesa y mantas durante la noche, evitar los cambios bruscos de temperatura y proteger a los ancianos y niños de la exposición a las bajas temperaturas.
Además, se aconseja consumir bebidas tibias o calientes para mantener el calor corporal y, en caso de detectar síntomas de infecciones respiratorias, acudir de inmediato al centro de salud más cercano.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), bajo la dirección del Indeci, se encuentra en monitoreo permanente de las regiones afectadas para coordinar una respuesta rápida en caso de emergencias o desastres relacionados con este friaje.
El nivel amarillo del aviso meteorológico del Senamhi indica que, aunque los fenómenos climáticos pueden ser peligrosos, son considerados normales para las regiones selváticas.
Sin embargo, se exhorta a los ciudadanos a mantenerse informados sobre la evolución del clima y a ser cautelosos al realizar actividades al aire libre, especialmente aquellas que puedan implicar riesgos ante condiciones meteorológicas adversas.
Estas medidas buscan minimizar el impacto de las bajas temperaturas en la salud y bienestar de la población de la selva, enfatizando la importancia de la prevención y la preparación ante los fenómenos naturales recurrentes en esta época del año.