Mundial 2034 será en Medio Oriente pese a controversias globales

El Congreso de la FIFA, reunido este miércoles en videoconferencia, ha oficializado a Arabia Saudita como la sede del Mundial de Fútbol 2034, marcando un hito en la expansión del deporte en el Medio Oriente.

La candidatura saudita, la única presentada al cierre del proceso, recibió el respaldo de las 211 federaciones miembros, consolidando su éxito en el ámbito deportivo internacional pese a persistentes críticas por sus violaciones a los derechos humanos.

Este anuncio se enmarca en el principio de rotación geográfica de la FIFA, que limitó las candidaturas a países de Asia y Oceanía.

Arabia Saudita aprovechó esta oportunidad para reafirmar su interés en utilizar el fútbol como plataforma global, luego de su creciente protagonismo en eventos deportivos de alto nivel, como la compra de estrellas futbolísticas para la liga local y la organización de campeonatos internacionales.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, destacó la importancia de expandir el alcance del fútbol.

“La decisión refleja nuestra visión de un deporte verdaderamente global, llevando el Mundial a nuevas regiones para inspirar generaciones de fanáticos”, señaló.

Sin embargo, esta decisión no está exenta de controversias. Organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos han cuestionado el historial saudita en temas como la libertad de expresión, derechos de las mujeres y trato a los trabajadores migrantes. Grupos como Amnistía Internacional han llamado a la FIFA a garantizar que los compromisos de derechos humanos sean una prioridad en la organización del torneo.

Por otro lado, la designación saudita refuerza su estrategia de diversificación económica bajo el plan Visión 2030, impulsado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Este ambicioso proyecto busca reducir la dependencia del petróleo y convertir al país en un centro cultural y deportivo de referencia mundial.

Con esta elección, Arabia Saudita se suma a la lista de países anfitriones del Mundial en el siglo XXI, como Catar en 2022, otro ejemplo del creciente protagonismo del Medio Oriente en el escenario futbolístico global.

Aunque aún faltan detalles por definir, como las ciudades sede y las fechas exactas del torneo, el Mundial 2034 ya está generando expectativas y debates a nivel internacional. La pregunta clave será si Arabia Saudita podrá equilibrar su ambición deportiva con las exigencias éticas que demanda la comunidad global.

El fútbol, una vez más, se convierte en un escenario donde convergen intereses deportivos, políticos y sociales, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la historia del deporte rey.