Opiniones
Retablos y Pulpitos en Huancavelica
Conociendo sobre este legado histórico cultural que nos brindan las iglesias huancavelicanas.
Mi andar por la “ilustre ciudad de Huancavelica” tal como la llamara el Mariscal Gamarra en ocasión de ordenar su restitución política como departamento del Perú, me ha llevado a conocer parte de su patrimonio, y de entre las maravillas que brinda la histórica tierra del mercurio siempre me ha llamado la atención el arte barroco que presentan los templos religiosos católicos que adornan a esta urbe, y específicamente sus retablos y púlpitos.
DE RETABLOS
La etimología de la palabra “retablo” nos indica que esta proviene del latín RETAULUS, que a su vez es formada por las palabras retro y tabula, y que podría interpretarse como: “tabla detrás de un altar” o “figuras que se ponen sobre una tabla para contar una historia”. Un retablo es una estructura arquitectónica, pictórica y escultórica que se sitúa en especial detrás del altar en las iglesias.
El arquitecto José María Gálvez Pérez, nos dice que: “El retablo peruano es una manifestación artística de influencia española y de aportación indígena. Los retablos se levantan en los templos católicos, ubicándolos en el muro testero del presbiterio, en el muro del evangelio, en el muro de la epístola de la nave o las naves, en los muros de las capillas del crucero, de acuerdo a la distribución de las plantas de los templos, que son de una sola nave, en cruz latina, de tres y cinco naves”.
El historiador Mariano Patiño Paúl Ortiz, en su obra “Huancavelica Colonial” nos dice lo siguiente: “La Catedral fue construida a fines del siglo XVII, cuando la explotación del mercurio había alcanzado su apogeo y la ciudad gozaba ya de esplendor… la misma que posee un hermoso altar mayor tallado en madera recubierta con pan de oro, sin duda, también de estilo barroco, y con las mismas características, retablos laterales de altares hermosos”.
En “Cronología de Huancavelica, el gran Tulio Carrasco nos dice: “Año 1673; este año se inaugura la capilla ubicada en los portales del edificio del Ayuntamiento de la Villa Rica de Oropesa. La capilla estaría al servicio de los presos de la cárcel real que funcionaba al interior del edificio, así como de los fieles y devotos de la Virgen Dolorosa…” Es de indicar que, su construcción se llevó a cabo durante el reinado de Carlos II y que “servía de oratorio a magistrados, miembros del Ayuntamiento y de los presos que escuchaban misa por una ventana que daba al penal adyacente, lugar en el que se administraban los últimos auxilios espirituales a los sentenciados a la horca” (información brindada por Federico Salas Guevara); pues bien, en dicha capilla existe también un retablo de gran belleza. Volviendo al relato de Carrasco, el historiador nos noticia de que: “en el año 1673 se inician los trabajos de la Catedral; enmarcada en la Plaza de Armas por vetustos tejados, espesos portales, y el respaldo de moles andinas… tanto el altar mayor, como los altares laterales y el púlpito, son de un churrigueresco mestizo y fulgurante”. De la misma forma, el historiador nos cuenta que en el año 1590 se funda la primera iglesia de Huancavelica denominada Santa Ana y que: “sus retablos como el de la Virgen Viajera, proveniente de Quito, o como el del Señor de la Ascensión, son ya churriguerescos, mestizos, polícromos, con pinturas de flores y pájaros de delicadez oriental”.
¿Cómo se adornaban antes los altares o paredes de los templos antes de que se instalaran en ellos retablos; y se imaginan, cómo se habrían visto recién hechos?
“La expresión artística antes del retablo en el siglo XVI, es una composición pictográfica o pintura mural, que se hacía sobre una pared o dentro de un nicho de arco de medio punto y un banco, posteriormente estaban compuestos por lienzos y/o imágenes, casos como la iglesia de Santa Ana, en la iglesia de Santo Domingo, en la iglesia de San Cristóbal y la iglesia de San Juan Bautista de Julcamarca”. “En el caso de Huancavelica, los primeros retablos se ejecutan en el siglo XVII y su construcción son totalmente de madera, presentando columnas, cornisas y entablamentos, ubicados en los espacios generados por los niveles y calles, los nichos, hornacinas, altos relieves, recuadros con lienzos, y para cubrir los vacíos se colocaban cartelas con motivos diversos según el estilo y otros de relleno como los lambrequines, y referente al banco se colocaban como base de las columnas esculturas, como son los Hermes, los atlantes e indiátides, ángeles, querubines y otras figuras antropomorfas, sirenas, fitomorfas, y diversos elementos que caracterizan cada estilo… Se colocaban figuras de influencia europea, andina y mestiza como la representación de algunas aves como: loros, papagayos, tucanes, animales como el mono, peces y amarus (serpientes); así como, frutos de chirimoya, maíz y piñas”. (José María Gálvez Pérez).
DE PÚLPITOS
La palabra púlpito es un cultismo que proviene del latín PULPITUM, que significaba: “estrado elevado, tribuna y muchas veces incluso designaba a la escena elevada de los teatros”.
Sobre los pulpitos de las iglesias de Huancavelica, es de gran importancia mencionar lo que nos dice Mariano Patiño Paúl Ortiz sobre el púlpito de la Catedral: “El púlpito es considerado como una joya colonial; la edificación está aderezada por bellos candelabros de madera dorada que penden de sus naves, y cuadros coloniales de indudable valor artístico. El que más llama la atención es uno enorme, de seis metros de largo por cuatro y medio de alto, que muestra con rasgos y colores excepcionales los padecimientos de las almas en el infierno y la gloria de las destinadas al cielo; sin embargo, parece ser que ha cambiado de lugar dentro de la misma edificación religiosa, por cuanto, si nos es infiel la memoria, creemos que anteriormente estuvo ubicado a la entrada del templo dando frente al bautisterio”.
¿Y cuáles son las partes de un púlpito?
“El púlpito en Huancavelica se construyó en madera, de formas octogonales y circulares, adosadas al muro del evangelio, acabado en pan de oro, policromadas y pintadas. Consta de tres partes:
El tornavoz, ubicado en la parte superior como cubierta, de forma abovedada coronada con una imagen y agallones; en el interior pende en altorrelieve el Espíritu Santo y en otros casos está pintado sobre madera o tela.
El respaldar, es un tablero con altorrelieves, ubicado entre el tornavoz y la cátedra.
La cátedra, compuesta por tableros con autorrelieves pintados, o pequeños lienzos pegados, dándole la forma octogonal; como acceso está adosada una escalera vista o dentro del muro. La base de la cátedra es una cúpula invertida con un remate que pende un pinjante o piña”. (José María Gálvez Pérez).
LA TRISTE REALIDAD
Pues bien, estimados lectores, es de entender que Huancavelica presenta un arte de gran belleza y valor incalculable en sus retablos y púlpitos; y sobretodo la historia que les acompaña sirve de guía para conocer el pasado de la Villa Rica de Oropesa. Lamentablemente, como pasa en la mayoría de casos vinculados a la cultura y preservación del patrimonio, los peruanos somos desafectos. La cultura de ser incultos y desconocer voluntariamente hacen que no apreciemos en su real dimensión lo que tienes atesorados los templos en nuestro país; Huancavelica, no es la excepción.
El arquitecto José María Gálvez Pérez, en su ensayo: “sistemas constructivos de los retablos y púlpitos huancavelicanos”, publicado en el libro “La evangelización en Huancavelica”, nos noticia sobre el alarmante estado de esos hermosos patrimonios:
El retablo mayor de la iglesia de Santa Bárbara ha sido depredado, sustrayendo las cuarenta columnas salomónicas que conformaban su estructura. Se han sustraído las planchas de plata que cubrían los bancos, sagrarios, fustes, tabernáculos de los retablos. Se han sustraído las imágenes de talla de madera con pan de oro y lienzos de diversas dimensiones.
En otros casos se han sustraído las alhajas, coronas, ornamentos, cálices, copones, patenas, templetes, custodias de oro y plata, sol radiantes de oro de 24 quilates, todos de gran valor religioso, histórico y de gran valor económico.
Uno de los mejores púlpitos se ubicaba en la iglesia de Conaica, de estilo renacentista, tan solo queda el tornavoz y el pie derecho que tenía de apoyo la cátedra.
En el departamento de Huancavelica tenemos como patrimonio monumental religioso un promedio de 190 templos, de los cuales están registrados como patrimonio de la nación un máximo de 25, faltando 175 templos por declarar; y, en cuanto a bienes muebles tendremos unos 10,000 entre retablos, púlpitos, confesionarios, sillones, baúles, petacas, lienzos, pintura mural, esculturas de madera y de vestir en tela encolada, custodias, copones, cálices, patenas, candelabros y otros como alhajas, documentos, inventarios, registros que datan del siglo XVI al XIX. Bienes incalculables que no están registrados ni inventariados.
¿QUÉ HACER?
Cada vez que visitamos los templos católicos (iglesias), nos sorprendemos por la belleza arquitectónica que ostentan; ellas son producto del sincretismo religioso que ha dejado la época colonial en nuestro país y en este caso en Huancavelica. Pero también es sorprendente la facilidad que tenemos de no darles el valor y preservación que merecen. Pero, nunca es tarde. Empecemos a revalorar nuestro patrimonio; por ejemplo, hoy en día en que los avances tecnológicos se dan a pasos de gigante, podemos emplear las nuevas tecnologías para difundir este legado en los estudiantes de los distintos niveles académicos y de igual forma mostrar a las grandes mayorías su legado por los medios de comunicación social y redes sociales. Es muy probable que con esos medios y voluntad política se pueda fortalecer la idea de identidad regional y/o nacional.
Por: Jorge Rojas Luna
Fuentes:
LA EVANGELIZACIÓN EN HUANCAVELICA – DIÓCESIS DE HUANCAVELICA
CRONOLOGÍA DE HUANCAVELICA – TULIO CARRASCO.
HUANCAVELICA COLONIAL – MARIANO PATIÑO PAÚL ORTIZ
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