Brutalidad en Ucayali.

Niño de 11 años fue enterrado vivo acusado de brujería.

El suceso ocurrió en la comunidad nativa de Chiquitavo, centro poblado de Oventeni.

Raymondi. - Un caso de brutalidad y superstición sacudió a la comunidad nativa de Chiquitavo, centro poblado de Oventeni, provincia de Atalaya, en Ucayali. Un niño de 11 años fue enterrado vivo junto al cuerpo de su abuela fallecida, acusado de practicar brujería y de ser el responsable de su muerte.

Según el jefe de la comunidad, el niño fue acusado por su tío, Rubén Sabino Oviriano, quien culpó al menor de la muerte de su madre, fallecida por tuberculosis. El tío, influenciado por un brujo local, decidió tomar justicia por su propia mano y enterró al niño vivo.

El desgarrador suceso ocurrió el pasado 8 de enero, cuando el tío llevó el cadáver de su madre al lugar de sepultura junto con el niño. Más tarde, al acudir al sepulcro, otros comuneros escucharon gemidos bajo la tierra y descubrieron que el menor había sido colocado en un costal y enterrado a un metro de profundidad.

El niño fue rescatado y entregado a su padre biológico, quien decidió presentar una denuncia formal. El juez de paz de Oventeni, Jesús Abel Pacheco Vásquez, informó que se está investigando el caso y se tomarán las medidas necesarias para proteger al menor y castigar a los responsables.

La comunidad nativa de Chiquitavo se encuentra en shock después del suceso, y muchos están cuestionando la superstición y la brutalidad que llevaron a este acto inhumano. El caso ha generado una gran conmoción en la región y se espera que se tomen medidas para prevenir que algo similar vuelva a ocurrir.

La denuncia formal presentada por el padre del niño es el primer paso para que se haga justicia en este caso. Se espera que las autoridades tomen medidas para proteger a los menores y castigar a los responsables de este acto brutal.

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