Opiniones
Sobre una entrevista a Alfonso Barrantes Lingán
Por Augusto Lostaunau Moscol
El domingo 14 de abril de 1985 se realizaron las Elecciones Generales en el Perú, para elegir Presidente de la República; Vicepresidentes; 60 Senadores y 180 Diputados. Se presentaron nueve fórmulas presidenciales:
- Alan García Pérez; Luis Alberto Sánchez y Luis Alva Castro, por el Partido Aprista Peruano (PAP).
- Alfonso Barrantes Lingán; Enrique Bernales Ballesteros; Agustín Haya de la Torre de la Rosa, por Izquierda Unida (IU).
- Luis Bedoya Reyes; Andrés Townsend Ezcurra; Esteban Rocca Costa, por Convergencia Democrática (CODE).
- Javier Alva Orlandini; Manuel Ulloa Elías; Sandro Mariátegui Chiappe, por Acción Popular (AP).
- Roger Cáceres Velásquez; Carlos Daniel Valcárcel; Raúl Israel Olivera, por la Izquierda Nacionalista (IN).
- Francisco Morales-Bermúdez Cerrutti; José de la Puente Radbill; Rafael Cubas Vinatea, por el Frente Democrático de Unidad Nacional.
- Miguel Campos Arredondo; Lidelma Brunilda García Ahumada; Rafael Reyes Reyes, por el Partido Avanzada Nacional (PAN).
- Ricardo Napurí Schappiro; Magda Benavides Morales; Enrique Fernández Chacón, por el Partido Socialista de los Trabajadores (PST).
- Peter Uculmana Suarez; Manuel Adrianzén Castillo; Gloria Ariana Morales, por el Movimiento Cívico Nacional 7 de Junio (MCN-7J).
Los candidatos presidenciales que llegaban con mayor ventaja para ganar las elecciones eran: Luis Bedoya Reyes (el preferido de los sectores de la extrema derecha); Alan García Pérez (que gozaba del apoyo de un grupo de medios de comunicación) y Alfonso Barrantes Lingán (Ex alcalde de Lima que se preocupó, primero de los ciudadanos y, luego, enfrentó a la caótica capital).
El 2 de marzo de 1985, en el diario El País de España, apareció publicada una entrevista realizada al candidato por IU, Alfonso Barrantes Lingán. Su entrevistador (Antonio Caño) inició la entrevista con una pregunta clave: ¿qué es Izquierda Unida? A lo cual Barrantes respondió:
“Es un frente socialista cuyo objetivo fundamental es la edificación del socialismo en Perú. A través de José Carlos Mariátegui, somos tributarios del pensamiento marxista-leninista, pero más como un método de analizar la realidad que como un conjunto de dogmas. Nuestro socialismo no se va a parecer, no puede parecerse, más quisiéramos que se pareciera, al de Polonia, Checoslovaquia, la Unión Soviética, China o Cuba” (en línea).
En primer lugar, como quedó estipulado en las Normas Orgánicas: “Izquierda Unida es un frente revolucionario de orientación socialista”. Es decir, se adscribe al pensamiento de Marx, Lenin y Mao, como afluentes de la construcción de José Carlos Mariátegui. En segundo lugar, el marxismo-leninismo es concebido como el método científico, objetivo y verdadero que permite interpretar la realidad para, posteriormente, transformarla. Tercero, el socialismo es la opción clara y viable que debe tener el Perú para superar todos sus problemas sistémicos. Por ello, IU era una alternativa distinta y viable en las elecciones generales de 1985. No se propuso administrar el Estado para mantener el modelo y el sistema; por el contrario, se buscaba llegar al poder para transformar. IU fue integrado por partidos políticos adscritos al pensamiento del Socialismo Científico.
Entonces, el entrevistador le pregunta a Barrantes Lingán si la construcción del socialismo en el Perú se iniciará recién con una posible victoria en las elecciones próximas; a lo que Alfonso Barrantes respondió:
“Ese proceso comenzó con la victoria de IU en Lima, pero, hablando con realismo, no vamos a hacer un Gobierno socialista. Aspiramos a un Gobierno democrático, realmente popular, a partir del cual se puedan sentar las bases de un futuro desarrollo del socialismo, sin negarnos a la alternabilidad que la Constitución señala” (en línea).
Como una manifestación del Poder Popular, en IU se buscó ir generando las primeras manifestaciones de socialismo desde los municipios distritales y provinciales. Por ello, muchas veces, los candidatos a la alcaldía o regidores no eran -necesariamente- militantes de alguna organización política que conformó la IU; pero, eran grandes simpatizantes y seguidores de las ideas y el programa de IU. Los vecinos decidían y colocaban a dirigentes barriales, sindicales, de gremios de productores y comerciantes, estudiantes; mujeres y varones. Pero, no debemos olvidar jamás que los militantes y simpatizantes de IU que lograron ganar las elecciones fueron las principales víctimas de la represión policial y de los asesinatos de Sendero Luminoso.
Para Alfonso Barrantes Lingán, los tres principales problemas del Perú en 1985 eran: Alimentación, Salud y Desempleo. Por ello indicó que:
“Nosotros creemos que hay que darle prioridad a la reactivación del proceso económico en el campo; hay que lograr de todas las maneras una moratoria selectiva de la deuda externa, de tal manera que el no pagar en un plazo mínimo de cinco años los intereses que unilateralmente son elevados por nuestros acreedores, permitirá destinar esa suma para la reactivación del campo, la alimentación y la salud. Hay que establecer el control del comercio exterior. El manejo de las divisas tiene que estar en manos del Gobierno” (en línea).
Para 1985 el Perú era un país en receso. La crisis económica en aumento desde el gobierno de Francisco Morales-Bermúdez Cerrutti (1975-1980) se tradujo en la crisis productiva y la devaluación constante de nuestra moneda. El segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry (1980-1985) no logró la prometida estabilidad económica y la reducción de la deuda externa, que los intereses la elevaban más, año a año. Entonces, la propuesta de reactivar el campo a través de préstamos que permitan a lo productores formar un capital inicial. El dinero para los créditos se lograría de una renegociación de nuestra deuda externa con el beneficio de una moratoria. Ya en 1982, los Estados Unidos de América se vio obligado a generar un Plan de Rescate de la deuda externa mexicana la cual fue considerada imposible de pagar. Lo cual determinaría un caos en el mercado financiero mundial. Países como Brasil, Argentina y Venezuela, también entraron en la fila para lograr un plan de rescate. Mientras Perú siguió acumulando intereses imposibles de cumplir. Pero, en el campo, la violencia política ya dejaba miles de muertos, principalmente campesinos pobres. Barrantes indicó:
“El fenómeno del terrorismo es uno de los más serios. Nosotros consideramos que Sendero Luminoso y la extrema derecha están almacenando bombas para tirarlas cuando nosotros seamos Gobierno. Frente a Sendero, nosotros hemos propuesto la creación de un Gobierno regional con participación de la Iglesia, la Universidad, las organizaciones profesionales y sindicales; porque nosotros creemos que la manera de combatir a Sendero no es sólo militar; hay que combinarla con medidas sociales y políticas” (en línea).
En el Perú, Sendero Luminoso no fue la única organización capaz de utilizar la violencia en forma irracional para imponer un tipo de orden. La extrema derecha siempre ha utilizado la violencia para hacer lo mismo. Fuerzas de choque fueron creadas por la Unión Cívica Radical para apoyar la candidatura de Luis Sánchez Cerro en 1931; lo cual encontró respuesta en la llamada Guardia Dorada que causó gran violencia del lado del Partido Aprista Peruano. Posteriormente, los llamados Búfalos Apristas, conformado por delincuentes enrolados en las cárceles por abogados del PAP, utilizaron la violencia en sindicatos y universidades. San Marcos y Villarreal son testigos de su violento accionar. Incluso, asesinaron alumnos. Existe una historia oficial que ha querido reducir la violencia política y el terrorismo en el Perú sólo a Sendero Luminoso y las dos últimas décadas del siglo XX, borrando -de un solo plumazo- asesinatos como los de Sánchez-Cerro; Miró-Quesada; y Graña. La memoria también es un campo de batalla político.
Finalmente, preguntado sobre una amenaza de Golpe Militar frente a su posible triunfo electoral, Alfonso Barrantes Lingán sostiene:
“Yo debo creer que las fuerzas armadas no se van a prestar al golpe. La Constitución otorga a los ciudadanos el derecho de insurgencia y nosotros nos convertiríamos en insurgentes” (en línea).
Queda claro que Izquierda Unida, como organización política, defiende el derecho a la insurgencia popular frente a un gobierno de facto. La democracia no debe vivir de rodillas frente a los grupos de poder económico que amenazan a quien no gobierna a favor de ellos. La democracia no puede ser víctima del chantaje de las armas o del dinero. La democracia es del pueblo, no es propiedad de los medios de comunicación acostumbrados a vivir de sangrar las arcas fiscales. La insurgencia popular es siempre una alternativa que jamás la izquierda socialista ha abandonado. Esa es la diferencia entre la izquierda peruana de las décadas de los 60´s; 70´s; y 80´s, que se aglutinó de la Izquierda Unida. Esa izquierda que se proclamó frente revolucionario de orientación socialista.
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