Opiniones
El nuevo peligro en la región. Crimen organizado y migración ilegal
Por Cesar Ortiz Andreson
Con respecto a la relación entre crimen organizado y migración ilegal como el nuevo peligro en la región recordemos que fue después de la pandemia cuando El Tren de Aragua aparece en el Perú estableciendo su base de operaciones en toda la región tal como lo hiciera -a nivel político- la red de corrupción de Odebrecht. La elección del Perú como centro de operaciones en la región obedece a razones geográficas que facilitan la logística y las comunicaciones. Siguiendo esta hipótesis, y basándonos en el flujo regular de las corrientes migratorias en la región, podemos proyectar que en un futuro cercano, otras bandas y organizaciones criminales también buscarán centros de operaciones para sus actividades internacionales, en el Perú y otros países.
Las declaraciones proporcionada, por Marcos Camacho, más conocido por su alias "Marcola", el máximo dirigente de la más grande organización criminal en Sao Paulo (Brasil), realizadas a la Red Televisiva "O Globo", nos motivo a realizar el presente análisis
Lo que dice el jefe criminal brasilero es muy cierto y denota dos puntos importantes:
-En primer lugar. que la delincuencia en América latina ya no es ignorante, si bien décadas atrás lo era, ahora emergió de la pobreza y maneja información de primer nivel.
-En segundo lugar, la delincuencia como ya algunos sociólogos norteamericanos identificaron en la migración rural el camino al ascenso social a través del uso de las redes de parentesco. Al parecer la delincuencia marginal también usó las mismas vías de ascenso social utilizando un discurso social de reivindicación de los pobres que durante los años 60´s y 70´s se hizo muy popular entre los jefes criminales en algunas ciudades de los Estados Unidos, pero también en Colombia, Perú, Brasil, México, etc.
Otro aspecto de lo que declara el líder criminal brasilero es una situación sui generis en América latina: El contraste entre clases sociales que conviven muy de cerca.
En el caso de Lima. por ejemplo, la separación entre la Molina y Villa María del triunfo a través del denominado “muro de la vergüenza”.
Éste contraste de diferencias sociales entre ricos y pobres es propio de América latina, de la ciudades capitales de este continente en donde conviven con aparente normalidad pobres y ricos; es el caso de México, Bogotá, Lima, Santiago, Río, Sao Paulo, Buenos Aires y otras grandes ciudades.
Sin embargo, como podemos ver a través de los años, el crecimiento de los pueblos jóvenes y de la pobreza, sumados a la aglomeración y a la densidad de población de esta ciudades, como lo describe el jefe criminal brasilero, finalmente la violencia y la delincuencia han sobrepasado el control del Estado, como estamos viendo en Ecuador y anteriormente en México y otros países.
Esta situación sui generis en América latina ha puesto a los gobiernos de esta región entre la espada y la pared porque la delincuencia se presenta como el enemigo del siglo XXI en América latina capaz de controlar gobiernos y mantener países enteros en el caos y la anarquía.
En ese contexto aparece el gobierno de Bukele en El Salvador que luego de los hechos de Ecuador se afianza en el liderazgo de la lucha contra la delincuencia a nivel de todo América latina, dando así paso a una nueva época de la política latinoamericana donde la seguridad ciudadana es un problema internacional y que deberá tratarse supra nacionalmente.
Recordemos que América latina tiene antecedentes en casos de criminales que han tenido un liderazgo popular sean terroristas o sean narcotraficantes como por ejemplo el caso de los guerrilleros cubanos liderados por el che Guevara, el terrorismo en Perú caso Abimael Guzmán, Pablo Escobar en Colombia, el Chapo Guzmán, etc. etc.
A todo esto se suma también la cultura popular del cine, la televisión, la música y la moda, que exalta y valoriza positivamente la cultura criminal, delincuente, la pobreza, la marginalidad, etc.
Con respecto a la relación entre crimen organizado y migración ilegal como el nuevo peligro en la región recordemos que fue después de la pandemia cuando El Tren de Aragua aparece en el Perú estableciendo su base de operaciones en toda la región tal como lo hiciera -a nivel político- la red de corrupción de Odebrecht. La elección del Perú como centro de operaciones en la región obedece a razones geográficas que facilitan la logística y las comunicaciones. Siguiendo esta hipótesis, y basándonos en el flujo regular de las corrientes migratorias en la región, podemos proyectar que en un futuro cercano, otras bandas y organizaciones criminales también buscarán centros de operaciones para sus actividades internacionales, en el Perú y otros países.
En conclusión el nuevo enemigo para América latina en el siglo XXI ya no es el atraso, ya no es la pobreza, si no la delincuencia y el narcotráfico porque sus países de democracias débiles y en crisis corren el riesgo de convertirse en países anárquicos de economías y gobierno marginales o de territorios liberados al estilo Chiapas o controlados por las FARC, tipo gobierno talibán en Afganistán movidos por el tráfico de drogas,
y otros casos de países de economía marginal que podrían pasar acá muy fácilmente como “normales” tipo Nicaragua, Cuba o Venezuela que ya son antecedentes peligrosos.
Finalmente, si los gobiernos continúan manejando la problemática de inseguridad ciudadana, sin tener una visión integral del fenómeno y no llamando a sus mejores cuadros de expertos, no está lejana la frase que nos deja Marcola. Como escribió el divino Dante "Pierdan todos las esperanzas. Estamos todos en el infierno".
No podemos cerrar este artículo sin dejar de mencionar los hechos de Ayacucho durante la visita de la presidenta Dina Boluarte donde una persona violó los tres círculos de seguridad de la máxima dignataria llegando a agredirla físicamente. La gravedad de estos hechos no son otra cosa que el resultado de la incompetencia de la gestión presidencial en Seguridad que ha fracasado en el resguardo de la misma Presidenta, pudiendo haberse presentado un caso de magnicidio de haber estado la persona agresora armada. Consideramos que los responsables políticos de estos graves hechos no están en la Policía sino en el Ministerio del Interior, debiendo su titular renunciar inmediatamente.
César ORTIZ ANDERSON
Presidente de APROSEC
Cel.:999316197 / 998160756
Fan Page: Aprosec-PERU
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