Opiniones
¿Se acuerdan que nos prometieron drones contra la delincuencia?
Por José Alvan senepo
Aunque la gente no lo recuerda, quiero sacar del baúl una propuesta que allá por el 2022 hacían aquellos candidatos que hoy son nuestras autoridades: "drones contra los ladrones", decían para referirse al uso de estas herramientas tecnológicas que, efectivamente, son clave para enfrentar la delincuencia. Sin embargo, ni un gallinazo 'armado' hemos visto en el cielo combatiendo a las organizaciones criminales que cada vez son más peligrosas y más mortales.
Claramente nos están matando, pero debemos saber quiénes. No son delincuentes comunes, no son los carteristas que según el Coresec lideran el índice de delincuencia local. Son organizaciones criminales que se desplazan por nuestras calles, que 'marcan' a los empresarios, que reclutan a nuestros jóvenes y que se escabullen por las zonas periurbanas.
A todo esto, la pregunta cae de madura: ¿son efectivos estos drones? ¡Claro pues, ñaño!
Los drones equipados con cámaras de alta resolución, termografía y sensores pueden sobrevolar áreas de alto riesgo de delincuencia, como barrios peligrosos, calles desiertas por la noche, o puntos de tráfico intenso. Su capacidad para volar a baja altitud y en zonas de difícil acceso permite que las autoridades tengan una vista panorámica en tiempo real de las situaciones.
Una lista de países liderados por EEUU, Reino Unido, El Salvador y Costa Rica ya lo usan. ¿Ciudades? Sí hay. Estas son Medellín y algunas comunas de Santiago de Chile y Buenos Aires.
No está mal enseñar a hacer robots, pero gastar en drones tampoco es una mala alternativa. Sobre todo en tiempos como estos.
La inseguridad es un tema serio, que está matando a la gente y eso afecta a la productividad de la región, por ende a la economía. No quiero pensar que les importa un "pepino regional", pero sí que no tienen voluntad política de cambiar las cosas.
Decir "cuando les pase a ellos, recién tomarán acciones", ya no es una opción, porque hasta a sus casas llegaron a robarles. Una clara, pero dolorosa burla.
La única forma de vencer a una organización es con una institución mejor organizada, con un sistema de inteligencia, con mejores recursos. Pero si se roban la plata, no sean tan caraduras de sacar a un policía a combatir una metralleta con una cachiporra.
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